PARA TENER EN CUENTA TERAPEUTA – RECEPTOR

Al receptor se le dedicará tiempo y atención, para que nos cuente sus síntomas, sus dolencias y lo que espera y cree que va a encontrar en la sesión o tratamiento de reflexología, así como para que nos brinde toda la información necesaria para no cometer errores en su atención, y así intentar satisfacer sus expectativas.
Habituarse a respetar el eventual el silencio del receptor
Evitar los temas íntimos, hechos, circunstancias o creencias para evitar un motivo de desacuerdo o discusión.
No usar términos científicos o médicos, en lo posible la persona que recurre a nosotros tiene que entendernos y poder aplicar con claridad nuestros consejos o sugerencias.
No hay que alarmar con pseudos diagnósticos de trastornos o patologías que escapan a nuestro conocimiento y capacitación y pueden producir mucho daño.
Tenemos que mostrarnos espontáneos y naturales, amigables y sensibles.
Cuidemos nuestro cuerpo, nuestra respiración, nuestra postura, y principalmente conectarse con el sin trabas ni prejuicios, sólo así podremos conectarnos libremente con el cuerpo del otro.
Recibirlo con una sonrisa y un gesto de simpatía, llamándolo por su nombre, no hay mejor música o melodía que escuchar el nombre de uno.
Preguntar por la preocupación o circunstancias puntuales que comentó o manifestó por teléfono o en la última cita.
No evitar colocarle una mano sobre el hombro, tomar su mano entre las nuestras, darle un beso, hacerle una caricia o un abrazo, …
Respetar a rajatabla las indicaciones u opiniones de otros profesionales que lo hayan atendido o lo estén haciendo, en particular si se trata de un MEDICO.
No permitir que se nos interrumpa durante la sesión (celular, teléfonos, ruidos externos, timbres, golpes en la puerta, etc.
Asegurarse de tener un asiento cómodo y un perchero o alguna otra superficie para que el receptor pueda sentarse, acostarse, y pueda dejar su abrigo o pertenencias (maletines, bolsos).
Debemos ser observadores: esa rigidez proveniente de la educación por lo general esta manifestándose también a nivel corporal, por ejemplo, como respira?, tranquilo o en forma acelerada, suspira, etc., Estas características nos ayudaran a detectar su estado anímico. Como son sus movimientos, sus gestos, rápidos, torpes, serenos, hábiles?. Pueden ser signos útiles de contracturas, defectos articulares y hablarnos de su tono muscular, sus tensiones, etc.
Hacerle todas las preguntas que creamos convenientes para obtener un perfil y una imagen mas completa de ese ser que viene a entregarse a nuestras manos